Estamos en otoño, la última estación del año, el ambiente es sombrío, se acerca el final del año…y en ese ir y venir de los cada vez más oscuros días de otoño a invierno, nos adentramos en la noche de las ánimas: una noche en la que la muerte dá rienda suelta a la imaginación, ya que hay muchas costumbres difundidas en la cultura tradicional de toda Europa relacionadas con ese día, incluso en la tradición vasca. Estas celebraciones daban inicio al ciclo de fiestas de otoño-invierno: noche de las Ánimas, Santo Tomás, Olentzero, Santa Águeda y Carnaval.
Una característica común de todas estas fiestas era la cuestación. Por ejemplo, en varios pueblos de Navarra y en el día de los difuntos, los niños y niñas iban de casa en casa pidiendo caramelos y dulces:
«Tximurrie, manurrie, kankan kankan txinurrie. Bota, bota kastañera lurrera»
«Xanduli, manduli, kikirikiiiii… gozokiak eman guriiiii»
«Txingila, mingira, kurruskailua, ireki ezazu armairua»
Hubo un tiempo, en esos días de octubre a noviembre, en que los niños y niñas cogían calabazas, nabos o remolachas de las huertas, las vaciaban y les agujereaban los ojos y la boca para darles forma de cabeza. En el interior se clavaba un cabo de vela y al anochecer asustaban a los y las que pasaban con sus travesuras. Las costumbres y los usos van cambiando, así como las maneras de celebrar las fiestas. Sin embargo, en estos últimos años se ha hecho un gran esfuerzo en recuperar las celebraciones en torno a la noche de las ánimas o Arimen Gaua.
La web gaubeltza.eus ofrece diferentes recursos para adentrar a las y los txikis en las celebraciones de esta noche mágica, porque también se puede disfrutar de ella sin salir de casa: un curso exprés de maquillaje, un taller para decorar calabazas, cuentos de miedo… Solo hay que elegir.
La verdad es que es un tema que da mucho juego y hay mil maneras de disfrutarlo con los txikis. En el libro Gau Beltza, por ejemplo, la protagonista Anari sale con sus amigas y amigos a divertirse en esa noche de las ánimas, disfrazada con unos trapos viejos de casa. Pirritx y Porrotx también han dedicado una alegre canción a la Arimen Gaua. Y en la primera quincena de noviembre se publicará el libro Gau Beltza eta ahanzturaren pasabidea (La Noche Negra y la pasarela del olvido), dirigido a niñas y niños mayores de 10 años.
Es evidente, por tanto, que en nuestro entorno también hay relatos en los que se vaciaban calabazas o nabos, se les daba forma de cara, se introducía una pequeña vela y se colocaban iluminados en las cunetas…
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