A medida que las niñas y niños crecen, van entrando en una nueva fase donde el ocio aparece como herramienta de desarrollo infantil que les ofrece grandes beneficios, además de ampliar su círculo de amistades. Por eso, cada vez ocupará un lugar más importante en sus vidas.

De hecho, en esta etapa, además de pasarlo bien, aumentan sus espacios de socialización y las vivencias que ayudan a construir su identidad: escogen aficiones, ponen en práctica sus ideas, desarrollan su creatividad, juegan en grupo… El ocio enriquece su vida, y al mismo tiempo es un buen momento para completar su proceso de aprendizaje de euskera y brindarle más opciones de uso. Ya que el euskera no sólo se aprende en la escuela; también se aprende en la vida.

Obviamente, la escuela sigue siendo fundamental, pero recordemos que solo abarca el 15% del tiempo anual, descontadas las horas de sueño. Por lo tanto, pongamos el foco en el 85% restante, que da para mucho.

Vuestro papel como madres y padres es clave a la hora de ayudarles a enfocar ese amplio período de tiempo. Por eso, os ofrecemos el siguiente decálogo que pone de relieve la aportación lingüística que podéis hacer, sepáis o no euskera.

EN LAS ACTIVIDADES EXTRAESCOLARES…

1. ¡Donde estén a gusto, buen rato!

El deporte, la música, la danza, los campamentos, las ludotecas… les encantan. Al realizarlas en euskera se cumplen al menos dos objetivos: asocian el euskera a espacios de diversión y, al mismo tiempo, aprenden nuevos registros (vocabulario específico de la actividad, lenguaje coloquial, etc.).

2. La cantidad importa

Los idiomas deben utilizarse con frecuencia para aprenderlos bien y hablarlos con facilidad. Cuantas más actividades realicen en euskera, más posibilidades de uso tendrán.

3. También es cuestión de actitud

Si en la oferta de actividades falta alguna en euskera, podéis dirigiros a los distintos agentes del municipio (ampas, escuela, ayuntamiento, servicio de euskera…), con el fin de intentar que se programe.

EN EL PARQUE, EN LA PLAZA…

4. Prestemos atención

El parque, la plaza, la calle… son espacios importantes para su socialización, lugares para relacionarse de manera más libre, en los cuales comparten costumbres, juegos o canciones, y también desarrollan el idioma. Por lo cual es importante que el euskera esté presente.

5. Sois agentes activos

A veces veréis que las niñas y niños al relacionarse no utilizan el euskera. En esos momentos es muy importante vuestra actitud, animándoles a que lo utilicen pero sin obligarles a hacerlo. Algo que funciona muy bien es que las personas adultas que saben euskera lo utilicen e intervengan discretamente en sus conversaciones, redirigiéndoles al euskera.

6. ¡A jugar con el idioma!

En euskera, como en todos los idiomas, abundan las canciones, fórmulas, adivinanzas, trabalenguas… para jugar. Suelen ser repetitivas, pegadizas y muchas de ellas fáciles de memorizar. Por eso, son una buena herramienta para las madres y padres que os juntáis en el parque, para quienes saben euskera y, ¿por qué no?, también para quienes no. Ikusi-makusi, Dona-dona katona

EN CASA…

7. Lo principal: motivarles

Sepáis o no euskera, motivar a las niñas y niños es lo fundamental, lo más importante. ¿Cómo? Creando las condiciones para que sientan vuestro apoyo; mostrando interés y acompañándoles en su proceso de aprendizaje, valorando su esfuerzo y felicitándoles; animándoles a que lo utilicen y ofreciéndoles posibilidades para que puedan hacerlo; promoviendo su participación en actos y actividades en euskera…

8. Un espacio para el euskera

Vuestras hijas e hijos traerán el euskera (escrito y hablado) a casa, una gran oportunidad para aprovechar en familia. Sea cual sea vuestro conocimiento del idioma, conviene reflexionar sobre la presencia que queréis ofrecerle en el hogar: podéis hacer que esté presente, por ejemplo, en el calendario de pared; o podéis acordar hablar en euskera en ciertas situaciones: saludos, frases sencillas (goazen ohera, jantzi berokia) o al realizar algunas rutinas (elaborar la lista de la compra, poner música en el coche, etc.).

9. Cultura en euskera

Conforme van adquiriendo autonomía, las niñas y niños comienzan a pasar cada vez más tiempo frente a una pantalla, a leer y jugar por su cuenta, a escuchar la música que les apetece… También ahí conviene cuidar el aspecto lingüístico, siguiendo el mismo principio: ofrecer al euskera todo el tiempo y el espacio posible. Lo mismo con las actividades culturales en euskera. Hoy en día se programan gran cantidad de ellas. ¡No olvidéis consultar las agendas culturales de vuestro entorno!

¡Y EN LA VIDA!

10. ¡Cuidemos la diversidad lingüística!

En el mundo se hablan unos 6.000 idiomas. Esa diversidad lingüística y cultural es una gran riqueza que debemos cuidar. Ofreciendo a nuestras hijas e hijos la oportunidad de que crezcan en euskera estamos protegiendo y fomentando esa diversidad.

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