En estas últimas décadas han llegado a Navarra personas de diversas procedencias, con diferentes culturas e idiomas. Esta guía también es para ellas.

La transmisión de la lengua puede continuar fuera de la comunidad de origen y es importante porque da a la generación que crece aquí los referentes de su cultura y le asegura la relación con todos sus familiares. Esa labor le corresponde, sobre todo, a la familia y al entorno cercano.

Además, según han demostrado numerosos estudios, dominar la lengua familiar proporciona una base sólida para un buen aprendizaje posterior de otras lenguas, por ejemplo, el euskera.

La duración del proyecto migratorio varía en cada caso, pero siempre es importante conocer las lenguas propias del lugar de residencia, en Navarra el euskera y el castellano. Por medio de la escuela y las relaciones sociales los niños y las niñas pueden adquirir estas lenguas, herramientas que le ayudarán en su futuro cultural, laboral y social.

Las personas venidas de fuera que han aprendido euskera a menudo expresan que hacerlo les ha abierto muchas puertas y les ha ayudado a integrarse en su entorno. Se puede aprender un idioma a cualquier edad, pero en la infancia es más fácil que en la edad adulta. Las niñas y niños, con ayuda de la familia y la escuela pueden ser plurilingües desde la infancia. En el caso de Navarra, el modelo D (modelo en el que se estudia en euskera) tiene como objetivo completar el aprendizaje del euskera y el castellano e integrar el inglés como lengua extranjera. Las lenguas familiares pueden añadirse a este plan de aprendizaje.

Se trata en todo caso de sumar, de ofrecer la oportunidad de aprender más idiomas, de adquirir la riqueza que conlleva aprender también euskera.