Hábitos de uso
El castellano es muy rico en refranes y casi siempre encuentras varios para explicar la misma idea: “consejos vendo pero para mí no tengo”, “predicar con el ejemplo”, “haz lo que yo digo y no lo que yo hago”, “bien aprende quien buen maestro tiene”.
Estos dichos de la tradición oral nos vienen como anillo al dedo cuando se trata del idioma, más aún si nos centramos en su uso. Conocer una lengua no implica de manera directa que vayas a utilizarla. Por eso, si uno quiere hablar en un idioma determinado, a parte de tener la suficiente capacidad para hablar, también son importantes los hábitos. Además, debe tenerse en cuenta, que los hábitos de uno abarcan más de lo que solemos pensar. Por ejemplo, si una familia quiere que sus hijas/os hablen euskera, es importante que los mayores den ejemplo.
En situaciones en las que un idioma está viviendo un proceso de revitalización, como es el caso del euskera, es frecuente encontrarse parejas en las que alguno de sus miembros o los dos son euskaldunes, pero aun así, no utilizan el euskera de manera habitual.
Hay casos en los que el padre o la madre, aun sabiendo euskera, no lo hablan con su hija/o.
También existe el caso de quienes aun sabiendo los dos euskera, tienen la costumbre de hablar en la pareja en castellano.
En otros, sí que lo utilizan con su hija/o, pero no con otros adultos euskaldunes en sus relaciones habituales (vecindario, amistades cercanas, familiares…). Es algo que ocurre a veces hasta en pueblos donde la mayoría de la población habla euskera.
Ante esa manera de actuar, los peques pueden interpretar que no es tan importante hablar el euskera porque parece que hacerlo es cosa de niñas/os, ya que entre las personas adultas hablan en castellano. De igual manera, puede ser entendido como una de falta de aprecio e interés hacia el idioma.
Por eso, hay que recordar que en la vida de los niñas/os, especialmente sus padres/madres juegan un papel muy importante. Aún más, cuando muchos de ellos, comparten la misma preocupación, es decir, que sus hijos hablen euskera. Pero, para eso, es importante que sean conscientes de lo que está en sus manos. Ellos son quienes tendrán que hacer el esfuerzo de cambiar sus costumbres.
Obviamente, hay más factores que influyen en los hábitos del uso del euskera de los niños/as y adolescentes, pero está claro que uno de ellos es el ejemplo que tú les puedas dar: eres su modelo a seguir.