Tener familia y educar, dicen, es una gran aventura. También hay quien dice que es una carrera de fondo. Y no falta quien puntualiza, entre risas, que en lugar de carrera “de fondo”, bien podría llamarse “de obstáculos”. Desde luego que no todo es fácil, pero tampoco es de gran ayuda caer en la frustración.
Hay familias que, sin saber euskera, han elegido el modelo D para sus hijas e hijos, y a veces se sienten abrumados por no poder ser ejemplares. Ejemplares al estilo de esos padres y madres que saben y hablan euskera. Será que piensan que ser ejemplar no abarca nada más. Igual es lo primero que viene a la cabeza, pero en el caso de esas familias ser ejemplar va de otra cosa. Es una cuestión de actitud.
Además, hay veces que, al ver que sus hijas e hijos no hablan euskera siempre que pueden, se frustran, incluso se enfadan. Y ahí saltan a escena las charletas. Cada cual tiene su estilo. Hay quien les habla a sus hijas e hijos de su historia personal, de que no tuvieron la oportunidad de aprenderlo, de que antes no se enseñaba en el colegio…; hay quien tira más por la vía del castigo; hay quien remarca la importancia de esforzarse una y otra vez; quien tira por las comparaciones (mira a tu hermana, tus amigos de clase hablan más…)…
Igual, en alguna ocasión funcionan las charletas, pero desde luego, todo apunta a que es más efectivo que hagan algo porque realmente les gusta, porque le ven sentido… en lugar de que lo hagan por miedo a un castigo, o para contentar a otros, o para conseguir un premio…
No en vano cada vez se aborda la motivación de las niñas y niños desde otro prisma. En esa edad, casi siempre están deseosos de aprender, de experimentar… Por eso aquí proponemos introducir el euskera en aquellas actividades que más les gusta y hacerlo desde edad temprana. Sepan o no euskera las madres y/o padres, lo realmente importante es su actitud hacia el idioma, porque de esa manera también se consigue ser ejemplar. Podemos darles una charleta al mes, o podemos apuntarles a un campamento de verano en euskera, llevarles al cine a ver una peli, ponerles cuentos interactivos, participar en las actividades de la Agenda de ERA, ponerles música de su gusto, descargarles APPs para jugar en euskera…
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