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La clave es la práctica

¡La de cosas que se mejoran simplemente mediante la práctica! Andar en bici, conducir o incluso hacer tortillas de patata…. Como es lógico, las personas que hacen buenas tortillas han hecho muchas a lo largo de su vida.

Con los idiomas ocurre algo similar. Durante la primera infancia se empieza a entender lo que se escucha y, después, se empieza a hablar. Las personas expertas en la materia subrayan que el empleo del habla infantil en esta etapa facilita esos primeros pasos. Más adelante, al comenzar en la escuela, se mejora tanto la comprensión como la expresión oral y, al tiempo, se aprende a leer y escribir. Así, estas competencias se consolidan poco a poco y se avanza en el dominio del lenguaje.

Además, hay que tener en cuenta que trabajar la expresión oral, la comprensión lectora y la escritura, no solo influye sobre el nivel de euskera, sino también sobre las demás asignaturas. Por un lado, las competencias lingüísticas se retroalimentan y por otro, un buen nivel de euskera se hace evidente también en el resto de materias. Es decir, escuchar a personas que hablan bien en euskera incide de manera directa en la expresión oral de igual manera que al obtener una buena comprensión lectora en euskera, se consigue interiorizar mejor los contenidos del resto de asignaturas.

En ocasiones, hay niñas o niños que a priori parece que tienen pocas ocasiones de escuchar y practicar el euskera en su entorno más cercano porque en su familia y sus relaciones más habituales no se habla, y les cuesta más interiorizar el idioma. Ese problema se achaca frecuentemente a la supuesta dificultad del euskera, pero en el aprendizaje de idiomas debe ponerse en el centro la frecuencia e intensidad del contacto con el idioma, y no la dificultad o facilidad de aprenderlos, siendo algo totalmente relativo. Si nos damos cuenta, las niñas y niños pasan el 15% de las horas que pasan despiertas en la escuela, y durante el tiempo restante, muchas de ellas y ellos no tienen la ocasión de estar en contacto con el euskera. Por lo tanto, la clave está en buscar y ofrecerles oportunidades para aumentar las horas de práctica, es decir, darles espacios y recursos para que escuchen y practiquen euskera en el día a día. Porque, se hable o no euskera en la familia y en los círculos más cercanos, siempre hay más maneras de las que se piensa para que las niñas y niños disfruten de tiempo en euskera.

Varias propuestas para practicar más euskera:

  •  Escuchar: es importante escuchar a personas que hablen en euskera:
    • En la familia: si algún miembro de la familia sabe euskera, es muy interesante que lo utilice con las niñas y niños siempre que pueda porque cuando el euskera es una de las lenguas de casa se obtiene un mejor nivel lingüístico y un mayor apego a la lengua. Por otra parte, la televisión también es muy oportuna: dibujos animados, películas, programas infantiles…
    • Actividades extraescolares: las actividades extraescolares suelen ser del agrado de las niñas y niños. El hecho de que sean en euskera les da la oportunidad de  practicarlo con personas de su edad, en un ambiente diferente al escolar que les permite practicar registros informales, fundamentales en las amistades.
    • Cultura: disfrutar de la cultura en euskera es muy beneficioso para reforzar el nivel lingüístico, por ejemplo, para enriquecer el vocabulario, ganar expresividad o mejorar la pronunciación. Y para ello, existe una gran oferta: 
      • Para disfrutar desde casa: la sección de Recursos de ERA ofrece Música, Películas, Dibujos animados, Audiocuentos… 
      • Para disfrutar fuera de casa, ya sea en el teatro, en la plaza…toda la información actualizada de espectáculos dirigidos al público infantil se encuentra en la Agenda de ERA. 
  • Hablar: es muy importante reforzar la expresión oral. Hay que tener en cuenta que en la sociedad actual se valora mucho esta capacidad, tanto a nivel personal como profesional.
    • En la familia: en el caso de haber alguna persona que sepa euskera en la familia, es muy favorable tener muchas conversaciones con las hijas e hijos. Hay que dejarles tiempo para hablar sin interrumpirlos, prestarles atención  y hacer que se sientan cómodos. Y si necesitan ayuda, hay que ofrecérsela.
    • Actividades extraescolares y tiempo libre: hablar euskera con las amistades es muy importante y efectivo, tanto como hacerlo en la escuela porque en estos espacios de ocio se trabajan las relaciones personales, en las que sobre todo se mejora la expresividad. Por eso, viene muy bien  participar en actividades extraescolares en euskera, ya que suelen emplear estrategias para fomentar el uso del euskera. 

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