Todas las niñas y niños tienen aficiones, habilidades, actividades que se les dan bien, como por ejemplo, el deporte, las manualidades, contar chistes, dibujar…. Normalmente suelen sentir un fuerte vínculo afectivo o apego hacia ellas: las esperan con entusiasmo y…
La clave: buscar y ofrecerles oportunidades para aumentar las horas de práctica, es decir, darles espacios y recursos para que escuchen y practiquen euskera en el día a día, más allá de la escuela.