Todas las niñas y niños tienen aficiones, habilidades, actividades que se les dan bien, como por ejemplo, el deporte, las manualidades, contar chistes, dibujar…. Normalmente suelen sentir un fuerte vínculo afectivo o apego hacia ellas: las esperan con entusiasmo y suelen estar deseando aprender más, experimentar, jugar… Aprovechemos este vínculo para fomentar la motivación hacia el euskera.
Muchas de estas aficiones, a menudo nacen por influencia de amistades o miembros de su misma generación, y otras veces, en cambio, por influencia de la propia familia. Con los idiomas también surge ese apego, pero de una manera más sutil, casi imperceptible, y desde la familia se puede potenciar. La motivación hacia el euskera, por lo tanto, se puede alimentar y será muy positivo para mejorar tanto su conocimiento como su uso. Además, también influirá positivamente en el resto de materias de la escuela.
Sepan o no euskera, lo realmente importante es que las madres y padres transmitan en casa una actitud positiva y activa hacia el idioma, como por ejemplo:
- Resaltar la importancia que tiene para la familia el hecho de que aprendan y utilicen el euskera.
- Si hay algún miembro de la familia que sepa euskera o que lo esté aprendiendo es importante que lo utilice lo máximo posible con las niñas y niños, o delante de ellas y ellos.
- Ofrecer experiencias positivas, bonitas, enriquecedoras a través del idioma. Es importante incluir el euskera en las aficiones de la niña o niño. De lo contrario, es probable que asocien el euskera solo a la escuela y a las tareas. Esta sería una manera para que el euskera sea parte también del ocio, del tiempo libre, de la diversión.
- Ofrecerles actividades o entornos en los que el euskera esté presente, por ejemplo actividades extraescolares, teatro, cuentacuentos, conciertos… en euskera.
- Darles explicaciones sobre la situación del euskera acordes a su edad. Por ejemplo, contar las diferentes biografías lingüísticas de la familia (por ejemplo: por qué el aitatxi sabe euskera, pero la amatxi no, por qué en casa se habla tanto euskera como castellano…) o explicar por qué hay gente que no sabe euskera o lo está aprendiendo.
- Ofrecerles en casa cultura en euskera: música, audiocuentos, cine y dibujos animados…
- Es importante tener en cuenta que las canciones, las adivinanzas, los trabalenguas… que se aprenden en la niñez quedan guardados en la memoria sentimental, más cuando se aprenden de hermanas, madres o abuelas.
Si la niña o niño no habla euskera, es preferible huir de la fórmula “¡Habla en euskera!”, ya que normalmente no funciona, al menos de forma estable y duradera. En este artículo de ERA se propone utilizar otras técnicas.
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