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AL SALIRRECURSOS

También fuera de la escuela: cuanto más euskera, mejor

Estamos de lleno en septiembre. Nos toca dejar de lado el ambiente y la tranquilidad del verano para sumergirnos en la rutina, cuadrar horarios y volver al cole. Sin tiempo de sacudirnos la pereza, llegan los clásicos del mes: organizar todo para la escuela, que si la mochila, que si la bata, que nos falta un libro, que no encontramos el estuche, que empiezan a llegar mensajes desde la escuela…

Y especialmente ahora, con el trajín del comienzo del curso, nos parece que la escuela ocupa toda la vida de las niñas y los niños. Nada más lejos de la realidad, ya que solo abarca el 15% del tiempo anual, descontadas las horas de sueño. Por lo tanto, y sin restarle importancia a la escuela, pongamos el foco en el 85% restante.

Ese amplio período de tiempo es fundamental en sus vidas, así como en el desarrollo de su personalidad y en su proceso de socialización. De hecho, durante ese tiempo aumentan los espacios de socialización, se relacionan de manera más libre y participan en actividades y aficiones. Por eso, es realmente importante que el euskera tenga la mayor presencia posible en todas esas vivencias, ya que puede influir muy positivamente. Porque, además de dar continuidad a lo que las niñas y niños han aprendido en la escuela, son espacios propicios para practicar otros registros  lingüísticos.


Sin ir más lejos, septiembre es el mes en que les inscribimos en las actividades extraescolares. Les encanta el deporte, la música, la danza, las ludotecas… Al realizarlas en euskera se cumplen al menos dos objetivos: asocian el euskera a espacios de diversión y, al mismo tiempo, aprenden nuevos registros (vocabulario específico de la actividad, lenguaje coloquial, etc.). Por lo tanto, antes de apuntarle en alguna actividad, conviene informarse sobre la posibilidad de hacerla en euskera.

Por otro lado, el parque, la plaza, la calle son espacios importantes para su socialización, lugares para relacionarse de manera más libre. Es donde comparten costumbres, juegos o canciones, y también desarrollan el idioma (practican y ganan fluidez). Es importante que el euskera esté presente en esos espacios y momentos, y que les animemos a utilizarlo.

También en casa. Sepáis o no euskera, motivar a las niñas y niños es lo fundamental, lo más importante. ¿Cómo? Creando las condiciones para que sientan vuestro apoyo; mostrando interés y acompañándoles en su proceso de aprendizaje, valorando su esfuerzo y felicitándoles; animándoles a que lo utilicen y ofreciéndoles posibilidades de hacerlo: llevándoles a actos culturales y actividades en euskera, facilitándoles que escuchen música en euskera, lean en euskera…

Hay varios aspectos a tener en cuenta, pero para que sea más sencillo encontraréis consejos en este decálogo y en este vídeo.

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